La Resurrección de Jesucristo

P. G. Mathew | Saturday, February 25, 1995
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La resurrección de Jesucristo es el corazón del cristianismo. En 1 Corintios 15 San Pablo razona, “Y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco la fe de ustedes…Aún más, resultaríamos falsos testigos de Dios por haber testificado que Dios resucitó a Cristo”. En ese mismo capítulo él dice: “Y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria y todavía están en sus pecados.En este caso, también están perdidos los que murieron en Cristo. Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales”. Pero después Pablo victoriosamente dice: “Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron” (1 Corintios 15:14-20).

La Primera Pascua

¿Qué queremos decir con la primera resurrección de Cristo? Jesucristo vino a este mundo a morir como un sustituto de nuestros pecados. El hijo de Dios el cual no tiene pecados vino a dar su vida en rescate por muchos (Mateo 20:28). En ese primer viernes santo, Cristo fue crucificado. Nosotros sabemos que el murió, porque uno del los soldados le abrió el costado a Jesús con una lanza para asegurar su muerte. Algunos de sus discípulos lo enterraron en un sepulcro nuevo (Juan 19: 30-42).

Mientras Jesús estaba vivo, el había predicho que iba a resucitar de entre los muertos. Él desafió a sus enemigos diciendo, “Destruyan este templo, y lo levantaré de nuevo en tres días”. Él se refería a su cuerpo (Juan 2:19-22). Jesús también les dijo muchas veces a sus discípulos que él iba a ser muerto por los líderes de Jerusalén, pero que iba a ser resucitado al tercer día. Los lideres que mataron a Jesús sabían de esta predicción de que el resucitaría de entre los muertos. Aunque ellos no lo creían, querían asegurarse de que esto no pasara; entonces pusieron a un guardia alrededor de la tumba. En Mateo 27:62-66 leemos, “Al día siguiente, después del día de la Preparación, los jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron ante Pilato. —Señor —le dijeron—, nosotros recordamos que mientras ese engañador aún vivía, dijo: “”A los tres días resucitaré.”Por eso, ordene usted que se selle el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos, se roben el cuerpo y le digan al pueblo que ha resucitado de entre los muertos. Ese último engaño sería peor que el primero.—Llévense una guardia de soldados —les respondió Pilato—, vayan a asegurar el sepulcro lo mejor que puedan. Así que ellos fueron, cerraron el sepulcro con una piedra, y lo sellaron; y dejaron puesta la guardia.””

¿Fue la estrategia de los principales sacerdotes y los fariseos un éxito? ¡No! A pesar de sus esfuerzos, Jesús resucitó de entre los muertos. ¿Recuerdan lo que Jesús le dijo a Marta: “Yo soy la resurrección y la vida”? Durante su ministerio en la tierra, Jesús trajo a un buen número de personas de la muerte a la vida, incluyendo al hermano de Marta Lázaro, quien había estado muerto por cuatro días (Juan 11). Pero la resurrección de Jesucristo fue diferente. No sólo fue resucitación, como fue el caso de Lázaro, quien luego murió de nuevo. El tercer día Jesús fue resucitado de entre los muertos con un cuerpo transformado, que estaba vestido con inmortalidad y gloria. Su cuerpo resucitado podía aparecer y desaparecer, ir a través de los objetos materiales, y ascender hacia y descender del cielo.

En la mañana de Pascua algunas mujeres y apóstoles fueron a la tumba de Jesús, esperando encontrar su cuerpo. Sin embargo, la tumba estaba vacía, y el ángel que estaba en la tumba les dijo: “¡No está aquí, pues ha resucitado!” Más tarde vieron a su Señor resucitado cara a cara. Los evangelios registran estos eventos, pero el primer informe escrito acerca de la resurrección de Jesucristo, fue escrito por San Pablo durante los primeros veinticinco años de la muerte de Cristo en 1 Corintios 15: 3-8: “Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras,que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras,y que se apareció a Cefas, y luego a los doce.Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos han muerto.” Más tarde San Lucas el historiador escribió en su introducción del libro de los Hechos:” Después [Jesús] de padecer la muerte, se les presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios.” (Hechos 1: 3).

Debido al milagro de la resurrección de Cristo, los deprimidos y frustrados discípulos de Jesús fueron transformados instantáneamente. Comenzaron a predicar el evangelio con poder, y la resurrección de Jesús estaba en el centro de su predicación. ¿Por qué? Sin la resurrección, no hay cristianismo. Estos discípulos de Jesús voluntariamente sufrieron el martirio por su fe. Los enemigos del evangelio fueron totalmente incapaces de negar esta afirmación central del evangelio. No podían fabricar el cuerpo de Jesucristo y poner fin al cristianismo. Los creyentes judíos, por su parte, estaban tan impresionados por este milagro que comenzaron a adorar en el día de la resurrección de Cristo, el domingo, en vez del sábado, como era su costumbre.

La incredulidad y la Resurrección de Cristo

Muchas personas no creen en la resurrección. Incluso en los tiempos del Nuevo Testamento encontramos a aquellos que se negaron a creer en la resurrección. Los saduceos eran materialistas que no creían en la resurrección como lo hacían los fariseos. Incluso en la iglesia, algunas personas no creían en la resurrección. San Pablo escribió con respecto a esto en 1 Corintios 15. En 2 Timoteo 2: 17-18 Himeneo y Fileto fueron mencionados por Pablo como personas que en realidad no creían en la resurrección del cuerpo.

Por lo tanto, no creer en la resurrección no es una idea reciente, pero sobre todo a partir de la última parte del siglo XVII, algunos en la iglesia comenzaron a dudar poner la fe en milagros, sobre todo en el milagro de la resurrección de Jesucristo. En Inglaterra deístas como John Toland se negaron a creer en la resurrección. Los racionalistas como HS Reimarus se negaron a creer en los milagros, y pusieron en duda la autoridad de la Biblia y la iglesia. El teólogo David Strauss negó sistemáticamente ningún milagro en su obra, “La vida de Jesús”, y en el siglo XX Karl Barth, junto con Rudolf Bultmann, también negó la resurrección del cuerpo. Hoy la mayoría de las iglesias liberales niegan la resurrección, así como cualquier milagro registrado en el Nuevo Testamento.

Tales personas niegan la resurrección. Ellos no dicen que no es histórica, o no se registra en el texto del Nuevo Testamento. Lo niegan simplemente porque no lo creen. Su razonamiento es que normalmente los muertos no resucitan, y por lo tanto, Jesús no puede resucitar de la muerte. A pesar de toda la evidencia textual e histórica, tales personas se niegan a creer en la resurrección porque confían en la autoridad máxima del razonamiento del ser humano caído en lugar de en las Sagradas Escrituras de Dios.

Aunque pueden ser miembros de las iglesias, estas personas son realmente paganos que no tienen esperanza. San Pablo habla de ellos en 1 Tesalonicenses 4:13: “Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza.” Ellos están “sin esperanza y sin Dios en el mundo” “, dice Pablo en Efesios 2:12. Ellos no creen en el Nuevo Testamento, que declara la resurrección de Cristo con gran claridad.

¿Cómo nos afecta la Resurrección?

Si creemos en la evidencia de la resurrección de Jesucristo, según consta en el Nuevo Testamento, ¿qué significado tiene la resurrección para nosotros?

  1. En la resurrección de Jesucristo vemos la clara demostración del poder del Dios verdadero. Efesios 1: 19-21 nos dice que es el poder de nuestro Padre celestial que levantó a Jesucristo de entre los muertos.
  2. La resurrección demuestra que Jesucristo es Dios. Eso es exactamente lo que Dios el Padre quiso comunicarnos, como leemos en Romanos 1: 4. Los Judíos crucificaron a Jesucristo porque, para ellos, el estaba blasfemando cuando dijo que él era el Hijo de Dios, y que era igual al Padre. La resurrección de Jesucristo demuestra la verdad de que él es quien dijo ser.
  3. Nuestra salvación depende de nuestra fe en la resurrección de Jesucristo. En Romanos 10: 9, se nos dice cómo ser salvos. Dice que “si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo”. Esto significa que no puedes ser un cristiano si no crees en la resurrección de Jesús Cristo. Esto nos dice que incluso algunas personas que están en las iglesias, si rechazan la resurrección de Jesucristo, no son cristianos.
  4. La resurrección de Jesucristo nos demuestra que todas las enseñanzas de Jesucristo son verdaderas.Todo lo que Jesús enseñó era verdad, incluyendo su gran promesa en Juan 6:40, “todo el que reconozca al Hijo y crea en él, tendrá vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.” Las enseñanzas de Jesús acerca de su persona, su trabajo, el cielo, el infierno y el juicio futuro son ciertas.
  5. La resurrección de Jesús Cristo aseguró nuestra justificación. “Cristo murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación”, dice Pablo en Romanos 4:25.
  6. Nuestra propia resurrección depende completamente de la resurrección de Jesucristo. Lean 1 Tesalonicenses 4:14: “¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él.” Hay una serie de otros versos referentes a esto, incluyendo 2 Corintios 4: 14, y otros.
  7. El poder de nuestra vida cristiana en el tiempo presente es el poder de su resurrección. Leemos acerca de esto en Efesios 1: 19-21, así como en Romanos 6: 4, “Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva.” La gente me pregunta,” ¿Cómo podemos vivir esta vida cristiana?” Podemos vivirla por medio del mismo poder que levantó a Jesucristo de entre los muertos.
  8. La resurrección de Jesucristo demuestra que este Jesucristo va a ser el juez designado para todos los malvados del mundo. En Hechos 17:31, Pablo le dijo a los atenienses: “Él [Dios] ha fijado un día en que juzgará al mundo con justicia, por medio del hombre que ha designado. De ello ha dado pruebas a todos al levantarlo de entre los muertos.” Vemos la misma idea en Juan 5:22 donde Jesús dijo:” Además, el Padre no juzga a nadie, sino que todo juicio lo ha delegado en el Hijo. “en los versículos 27-29, continua, “y le ha dado autoridad para juzgar, puesto que es el Hijo del hombre. No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz,y saldrán de allí. Los que han hecho el bien resucitarán para tener vida, pero los que han practicado el mal resucitarán para ser juzgados.” La resurrección de Jesucristo significa que va a levantar a todos los que alguna vez vivieron, unos para vida eterna y otros para condenación eterna; y Jesucristo será el juez de los impíos. Todos los que han confiado en su razonamiento caído y rechazado las afirmaciones de que Jesucristo se levantó de entre los muertos serán levantados de la muerte por Jesucristo. Él los juzgará y los condenará.

¿Cómo respondemos a la Resurrección?

¿Cómo respondemos a la resurrección de Cristo? Te imploro a que te arrepientas ahora y que creas en él, quién es el Juez del mundo entero. “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo”, Pablo le dijo al carcelero de Filipos (Hechos 16:31). El Señor Jesús es el Hijo de Dios que se hizo hombre. Él es Dios verdadero y hombre verdadero. Él fue crucificado, él murió y fue sepultado, y resucitó de entre los muertos el tercer día según las Escrituras. Este mismo Señor Jesucristo ascendió a los cielos, está gobernando y reinando incluso ahora, y vendrá a juzgar a los vivos ya los muertos. ¿Vas a postrarte ante él y ser salvo para siempre?

Que Dios te dé fe para que creas en el Señor Jesucristo, y sobre todo en el hecho de que Dios lo resucitó de entre los muertos. Para que llegues a saber que Jesucristo es el único Salvador y no hay otro. Recordemos todos que Jesús es el Juez a quien todos enfrentaremos, porque se ha establecido que el hombre morirá una vez y después vendrá el juicio. Que Dios tenga misericordia de nosotros, para que le podamos suplicar que nos de su misericordia y perdón para ser salvos. Amén.